APÓYAME A CONTINUAR CON MI SUEÑO DE AYUDAR A CUANTAS PERSONAS PUEDA! SÓLO PON LIKE EN MI PÁGINA EN FACEBOOK QUE ESTÁ EN LA COLUMNA DE LA DERECHA O COMENTA EN LAS ENTRADAS! ASÍ ME MOTIVAS MÁS A SEGUIR DANDO PALABRAS DE ALIENTO, TIPS, VIVENCIAS Y REFLEXIONES! GRACIAS!!!

martes, 5 de abril de 2011

De la Visión a la Ejecución

Esta entrada la dedico a un artículo que escribí para el diario Gestión, el día Martes 5 de Abril de 2011.



Escribo el texto para quienes no alcanzan a leerlo en la tira del periódico:

DE LA VISIÓN A LA EJECUCIÓN

Solemos escuchar que vivimos en un país con personas de mucha imaginación y creatividad. "Todos vemos el puente" que nos llevará al éxito o el que nos sacará de la miseria, aquél que hará que tengamos, por ejemplo, ese 20% más de utilidades que nos planteamos en el año.

Sin embargo, tenemos tres problemas graves que nos hacen quedar solo en la visualización:

Un problema mental, es la "vergüenza" que viene con nosotros de generación en generación. Nos da vergüenza dar nuestro punto de vista y hacer lo que se requiere para obtener resultados.

Un problema político, que se resume en la frase "promete pero no hace", el cual está generalizado en el país. "Si los más altos funcionarios tienen muchas promesas y solo ejecutan algunas, entonces, ¿por qué tengo que ejecutar mi visión?", dicen muchos.

Y, un problema social, por el cual las personas que no tienen los pretextos anteriores deciden ejecutar, pero a su manera. Esto genera un individualismo dañino, porque no es posible hacer las cosas solo, "Si yo no lo puedo hacer, nadie lo hará", justifican.

Pero esto se puede revertir. La clave es buscar el puente, revisar el terreno en el que se encuentra y establecer la meta de cruzarlo para formular la estrategia a seguir.

Debemos tener siempre presente que la colaboración con todos los interesados e involucrados, incluido el Estado, es la clave principal.


1 comentario:

Carla Balarezo Balarezo dijo...

Felicitaciones Javier!! Muy buen inicio, en el diario de los empresarios!! Un beso, Carla